Una de las señales más bonitas de la llegada de la primavera es la cantidad de verduras en las paradas de los mercados o en las fruterías. Iros de excursión a la Boqueria, mi mercado barcelonés preferido, pronto por la mañana, entre 8 y 9, cuando aún las legiones de turistas no lo tienen asaltado. Es un momento de paz maravilloso. Un momento para pararse, mirar y disfrutar. No lo hago a menudo, me refiero al pararme y disfrutar, pero cuando consigo desconectar y estar presente, con todos los sentidos despiertos, es como estar delante de un cuadro maravilloso. Y ahora que es primavera, este cuadro tiene unos colores vivos, frescos, brillantes y a la vez tiernos y delicados. Con la luz del primer sol, el ruido de fondo de los trabajadores y de los primeros compradores, que suelen ser personas mayores en las que merece la pena fijarse, el espectáculo llena todos los sentidos.
Porque bajar corriendo como poseída, subida a mi Vespa, calle Balmes hacia abajo( tiene los semáforos sincronizados y se llega en un momento), con el carro entre mis piernas?
Porque la vida esta hecha de estas maravillosas pequeñas emociones.
Pero como no de sólo espíritu vive el hombre, y yo mucho menos, además de mirar, lo mejor es llevarse a casa estas sensaciones, verduras, frutas, colores… limpiarlas, cocinarlas, sazonarlas y finalmente comerlas!
Cuando pensé por primera vez en esta tarta salada, me habían pedido unas recetas para la pagina web italiana de la marca Star. Algo de primavera, fresco me dijeron. Porque no crear un pequeño jardín de verduras primaverales en una tarta? Aquí está el resultado después de unas cuantas pruebas mas o menos desastrosas.
Es una tarta sencilla, la única parte complicada es hacer el hojaldre. Si queréis que os diga que el resultado es el mismo comprando una masa ya hecha en el súper…….no os lo voy a decir. El hojaldre hecho en casa es…..se me esta haciendo la boca agua…. El del súper sirve para salir del paso. Pero sirve.
La variedad de verduras que se ponen encima de la tarta obviamente también complica más o menos la preparación. Si decidís poner un par de tipos de verduras será más sencilla, con muchos más como la que os presento tardaréis más tiempo, pero será más buena y más bonita. Es fundamental entretenerse en escaldar todas las verduras por separado. De esta manera mantendrán un color brillante, como si fueran verduritas recién cogidas del campo.
Y ahora la receta, acompañada por las maravillosas fotos de Corina (www.corinalanda.com).
1 Lamina de hojaldre
300 G Calabacines
100 G Guisantes frescos
100 G Habitas frescas
150 G Judía fina
1 Manojo de espárragos
1 Manojo de rabanos
2 Cebollas tiernas
250 G Ricotta
250 G Nata
2 Huevos
PESTO:
30 G Hojas de albahaca
45 G Piñones
60 G Queso parmeasno
100 ML Aceite
6 G Sal
Extended el hojaldre si lo habéis hecho, a un grosor de 4 mm. O simplemente desenrolladlo si se ha comprado, colocadlo en una fuente de horno de 27 cm de diámetro y cocedlo en blanco, hasta que esté totalmente hecho.
Cortad los calabacines en cubitos, espárragos y judías en trozos pequeños y los rábanos por la mitad. Blanquead por separado todas las verduras, incluido los rábanos aunque pueda parecer raro. Blanquear significa hervir durante un par de minutos (el tiempo depende del tipo de verdura) y enfriar rápidamente en agua con hielo. De esta manera el color de la verdura se mantiene vivo y brillante.
Saltead brevemente las verduras por separado en una sartén con un poco de aceite. Saladlas y una vez frías añadid tomillo y mejorana. La mejorana es una hierba aromática que se utiliza muchísimo en la cocina italiana, sobre todo en la región de Liguria. Es fresca y muy perfumada. En primavera es fácil de encontrar en los viveros de plantas. Tengo unas cuantas plantitas en el balcón que sobreviven a duras penas a mis podas casi diarias.
Triturad todos los ingredientes del pesto.
Mezclad la ricotta con unas varillas hasta conseguir una crema lisa, añadid la nata, el pesto y por ultimo los dos huevos.
Verted la crema en la base de hojaldre precocido. Coced a 160-170 grados en horno ventilado durante 25-30 minutos.
Sacad la tarta del horno, colocad encima las verduritas, siguiendo vuestro gusto personal así la tarta será solo vuestra.
Volved a ponerla un par de minutos en el horno para que las verduras se calienten un poco. Fuera del horno decoradla con unas hierbas aromáticas frescas.
Mirad la tarta…¿Verdad que es como tener un trocito del mercado de la Boquería en casa? A comerla, “perché é buonissima”!